#23
Como si dagas afiladísimas empujaran desde dentro para salir y desde fuera para ver lo que hay dentro. Para ver si es verdad que está repleto, como una copa rebosante Para ver si es verdad que es tierno y su cavidad puede hacer el triple de grande. Y al mismo tiempo él (ellos) se contrae(n) y afloja(n). Coge fuerza durante unas semanas, se hace grande, para luego, como no ha sido satisfecho, como su ‘’destino biológico’’ aún no ha sido realizado, se enfada con la huésped y lo elimina todo. Causando incapacidad. Como si esas mismas dagas te recorrieran toda la columna hasta llegar a lo más alto, al dispositivo central que es tu cerebro, y ahí volver a clavarse a los costados, para verse las hojas puntiagudas a través y retorcerse. Mientras tanto, tú, como persona menstrual, solo eres paciente y esperas. No puedes hacer gran cosa. ¿Te han contado el mito de Eva? Ya me jodería que encima se nos culpase de nuestra propia biología. ------------------------...