#20 {1}
He leído muchas veces -demasiadas- que la historia se tiene que escuchar desde ambas versiones.
Hace unas semanas fui a un recital de poesía
y surgió la pregunta de cómo se sentiría el malo de la película al saberse él siendo
el malo;
que no se sentirían bien,
que también llorarían.
Y no lo pongo en duda,
en absoluto.
Pero sí que ronda por mi mente la imagen de que el malo, fue
malo por algún motivo, que algunas veces esa etiqueta es totalmente fiel a la
realidad y que has cometido terribles relatos para serlo.
Para todos esos malos, que sí que lo son de verdad, pero no
se lo quieren creer según su juicio,
que no han hecho nada de qué avergonzarse y sus manos rojas están escondidas,
necesitan más de una dosis de realidad, en frascos pequeños
o una precipitación inexorable al vacío.
Nunca había visto tanta corrupción.
A ti me vuelvo a dirigir, maldito némesis;
que tienes tantas historias como mentiras llevas a cuesta,
y ya no distingues la realidad de tu ficción.
A ti me vuelvo a dirigir, conexión maldita,
que me destrozaste el corazón sin saberlo
en cuanto mi fragilidad femenina estaba a tus pies
y aún, después de un tiempo pensabas que me salvabas.
A ti me vuelvo a dirigir, eterna arcada,
que piensas que versas, que eres todo un poeta,
que tus pies siguen anclados en el suelo;
no quedan alas que robar,
que se te adapten para que puedas volar,
que sigues destrozando el arte.
Tú, sí que eres, eras,
el malo de la historia.
Pero para todas aquellas personas,
que sí realmente han sido sentenciadas injustamente,
al frío destierro
condenadas a la soledad y la marginación
propiedad de los malvados,
contad vuestra versión,
contad los hechos tal cual pasaron,
porque la verdad siempre acaba surgiendo,
porque es más exacta, más detallista,
menos hipotética , menos idealista;
que unas sucias mentiras
adornadas de cara de víctima,
lágrimas de cocodrilo
porque los cocodrilos,
nunca lloran.
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