#8


Odio los lunes, y los domingos por la noche.
no tienen gran diferencia entre el martes o el jueves;
la única diferencia es que tú te marchas de casa y tengo que esperar casi otra semana por verte.

Y menudo palo.

Odio las mañanas frías, en las que me llama el despertador y no tus besos en mi espalda.
Odio las meriendas donde, sentada frente al portátil intento ver algo que me distraiga, porque es mejor eso, que seguir anhelando y contando las horas que hace que no te veo y faltan para verte.
Odio que no estés tú en mi menú diario, para poder merendar-nos, que solo seas especial de fin de semana.

Y menudo palo.

Odio las noches, donde acurrucada mientras leo en mi cama demasiado grande para mí sola, no estés cogiéndome de la mano o paseando tus dedos por mis piernas.
Que comparto para mí sola las cervezas, porque no hay nadie más que me acompañe.
Cantar a pleno pulmón nuestras canciones y acordarme un poquito más de ti. Pero sin ti.
Como lo odio;

Y menudo palo.


M10

Comentarios

Entradas populares de este blog

#24