Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2021

#8

Imagen
Odio los lunes, y los domingos por la noche. no tienen gran diferencia entre el martes o el jueves; la única diferencia es que tú te marchas de casa y tengo que esperar casi otra semana por verte. Y menudo palo. Odio las mañanas frías, en las que me llama el despertador y no tus besos en mi espalda. Odio las meriendas donde, sentada frente al portátil intento ver algo que me distraiga, porque es mejor eso, que seguir anhelando y contando las horas que hace que no te veo y faltan para verte. Odio que no estés tú en mi menú diario, para poder merendar-nos, que solo seas especial de fin de semana. Y menudo palo. Odio las noches, donde acurrucada mientras leo en mi cama demasiado grande para mí sola, no estés cogiéndome de la mano o paseando tus dedos por mis piernas. Que comparto para mí sola las cervezas, porque no hay nadie más que me acompañe. Cantar a pleno pulmón nuestras canciones y acordarme un poquito más de ti. Pero sin ti. Como lo odio; Y menudo palo. M10

#7

             Huelo a humedad y óxido; la gente que me conoce, sabe que no es nada bueno. Huelo a dejadez, rapidez, sordidez, inmediatez. El corazón me pesa y se me parte en dos, si te asomas, poquito a poquito, aún puedes ver las raíces arrancadas de su tierra. Porque cuando estás unida tanto a las montañas, el aire puro, los árboles y los ríos, poco te puede dar otro lugar que no sea ese. El otro día, mientras me despedía de la parte de mi alma que siempre se queda allí, contemplaba un paisaje inmóvil. Veía como un pequeño gorrión se posaba en una rama fuerte y llena de verde; contemplé también como las hormiguitas seguían su laboriosa faena intentando arrastrar un fruto seco; observé los restos de la cerveza derramada debajo del nogal, donde habíamos tenido una deliciosa comida de despedida mi imprescindible muchacho y yo; También vi a los gatitos y ellos nos miraban a nosotros, expectantes y con tristeza porque nos íbamos y ya nadie les dejarí...